miércoles, 4 de enero de 2012

Okapi

Okapi
Familia: giraffidae
Especie: okapia johnstoni


El okapi es un mamífero de la familia de las giraffidae y se lo considera un auténtico fósil viviente por su gran parecido con los primeros jiráfidos del Mioceno; el okapi es el pariente más próximo a las jirafas.
Este animal posee una curiosa historia en cuanto a su descubrimiento, pues se ignoró su existencia hasta casi el S.XX; fue sir Harry Johnston quien preparó una expedición hacia el Congo para descubrir si verdaderamente había una especie aún desconocida para la ciencia, descrito como una especie de asno, o una especie de cebra aunque no se conocía que hubiera cebras habitando en esta zona de África.
Un año más tarde de la primera expedición, Harry Johnston envió al Zoological Society de Londres un retal de piel de estos animales, y se confirmó que no era ni una cebra ni un asno, sino una especie nueva, a la que primeramente se la considero un equus.
Cuando Johnston volvió a Londres, pudo llevar cráneos y otras pieles que un comandante le envió y así con este nuevo material si se pudo determinar fielmente que clase de animal y especie era, aunque esto sería un problema, puesto que empezaría a ser demandada en zoológicos y museos, pero a pesar de todas las expediciones puestas en marchar para capturar ejemplares, fracasaron, por lo difícil que es encontrar un ejemplar.
Sería en el 2006 cuando se volvería a encontrar de nuevo algún ejemplar en estado salvaje.


En cuanto al comportamiento de este extraño animal, son bastante solitarios, aunque pueden llegar a vivir en pareja o en un grupo familiar reducido; viven en las selvas del norte de la República del Congo y en las selvas de Aruwimi, aunque es muy difícil determinar con exactitud cual es su población total, aunque si se la considera una especie casi amenazada sobre todo debido a la pérdida de su hábitat natural y a la caza.
En el año 2006 si se confirmaron evidencias de que aún quedaban okapis en el Parque Nacional de Virunga.
Los okapi son animales hervíboros, se alimentan de tallos, hojas, brotes, hierbas, hongos frutas y muchas de las especies que consumen son venenosas para los humanos.
Sus sentidos más desarrollados son sobre todo el olfato seguido por el oído; cuando son pequeños si se comunican con su madre mediante un repertorio vocal, aunque de mayores la mayoría son mudos.
Las hembras son maduras a los 2 años de edad aunque los machos tardan un poco más en madurar y su esperanza de vida es de unos 30 años.


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