El Iris Negro, la flor nacional de Jordania, tan preciosa como extraña, tan enigmática que crece en las zonas más hostiles del país pero se la relaciona (por lo menos en Jordania) como símbolo de crecimiento, renovación y de cambio; impresiona no solo por su misterio como también por lo que transmite o simboliza.
El iris negro pertenece al género iris y hay muchas especies a las que se conoce como iris negro; por un lado tenemos el iris chrysographes o el iris nigricans que es el auténtico iris de Jordania, flor endémica del país, los otros iris se pueden encontrar distribuidos por otros muchos países de Asia por ejemplo y dentro de la misma Jordania.
En general los iris negros son plantas de tamaño medio-pequeño, no crecen mucho más de los 35-50 cm dependiendo de las zonas; en el caso del Iris Negro de Jordania llama la atención que los encuentras en los lugares más inesperados, con su color brillante y llamativo; muchas veces se encuentra rodeado de pequeños cardos para impedir que los animales los acaben comiendo puesto que es flor endémica.
Florecen en la primavera; sus pétalos son de color rojizo a un casi negro total, depende de la especie, por ejemplo en la de Jordania son más bien rojizos, si hablamos de la chrysographes los pétalos son más bien negros y con una textura aterciopelada y con unos ligeros toques amarillos en ellos.
No son muy exigentes para su cultivo, suelen crecer en terrenos hostiles aunque prefieren los terrenos fértiles y que no se seque durante la etapa de crecimiento, necesitan una cantidad mínima de agua para poder crecer.
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