Zorro Isleño

Zorro Isleño o Zorro Gris de las Islas
Familia: canidae
Especie: urocyon littoralis

El zorro isleño es una especie de pequeño tamaño que habita en el archipiélago de Santa Bárbara y es conocido por ser una de las especies más pequeñas que existe, junto con la Fennecus zerda.

Dentro de la especie general de urocyon littoralis se pueden clasificar otras 6 subespecies, son todas muy similares entre ellas, so se distinguen por características genéticas y fenotópicas; una de estas subespecies, la urocyon littoralis littoralis se encuentra extinta en la actualidad, aunque si las cosas no mejoran, parece que la Urocyon en general no va a correr mucha mejor suerte.

El hábitat general del zorro isleño son las llanuras con abundante matorral y frutos; los bosques húmedos, llanuras herbáceas.

Entre las características físicas que más destacan del zorro isleño es su pequeño tamaño, muy similar al de un gato; ronda los 50 cm de largo y entre los 2-3 kg de peso, aunque los machos suelen ser un poco más grandes y robustos que las hembras.

La explicación que se tiene acerca de su pequeño tamaño es su aislamiento insular; el zorro isleño procedía del zorro gris continental, pero al quedar aislado su tamaño se vio reducido por la escasez de recursos de las islas, un animal de mayor tamaño no podría soportarlo.

Su pelaje es de color similar al de un zorro gris; su dorso es de color gris plateado con una banda negra desde la cabeza a la cola; el resto del pelaje es de color rojizo salvo en el vientre que es blanco.

La esperanza de vida de estos animales es relativamente corta, en torno a los 6 años en libertad y 8 en cautividad.

Son animales activos durante el día y su base de alimentación son sobre todo las bayas, frutos silvestres, roedores, pájaros, lagartos, etc.

Su estado de conservación está calificado por la Lista Rojas de Especies Amenazadas como "en peligro crítico" puesto que su población se vio fuertemente mermada en cuestión de unos 6 años, su periodo más crítico fue entre 1994-1999, un ejemplo es la zona de San Miguel donde pasaron de 450 ejemplares a solo 15 y en el año 2001 a un solo ejemplar.

Mediante estudios se determinó que el principal problema eran los depredadores, sobre todo el águila real que se instaló en la isla en los años 90.

Otra de las causas principales eran las enfermedades introducidas por otros animales que llegaron a la isla y para las cuales los zorros no tenían defensas; sobre todo eran pulgas o otros parásitos de perros domésticos o incluso salvajes.

Se están llevando a cabo importantes medidas para que esta especie no se extinga por completo; la cría en cautividad, la vacuna contra otras enfermedades, seguimiento de los ejemplares liberados, la captura de las especies foráneas para su devolución a tierra firme e incluso la prohibición de tener animales de especies que pongan en peligro al zorro isleño u otras especies autóctonas.