Necesitaba empezar está entrada no con una imagen, sino con el aullido del lobo, del auténtico lobo ibérico; un sonido que hace que se me ponga la piel de gallina, al mismo tiempo que nos invade una sensación de miedo o temor pero la verdad es que ellos sienten mucho más miedo de los humanos que lo que podemos sentir nosotros de ellos.
Se que está entrada es o puede ser no del gusto de todos; puesto que son muchos los que defendemos la protección de esta especie pero que también son muchos sus detractores, y parece ser, que la Admnistración Pública se encuentra entre uno de ellos.
Los lobos ibéricos son mucho más pequeños que los europeos, pudiendo llegar un macho adulto a más del metro y medio de longitud; de pelaje de color oscuro en la espalda, cola y parte de la cabeza, las patas de color rojizo. Los lobos son animales depredadores y carnívoros, cazan a sus presas. Actualmente la población de lobo ibérico en la Península es de unos 2400 ejemplares, distribuidos en la franja noroccidental de la misma. Está calificado dentro de la UICN como Amenazado y Casi Amenazado en el Atlas de los Mamíferos terrestres de España
La historia del lobo ibérico tiene sus picos; a principios del XX podíamos encontrar en cualquier punto de la península ejemplares del lobo ibérico también debido a la alta proporción de ganado que teníamos; de aquí llegaron los problemas y en apenas 20 anos (1950-70) el lobo llegó a su práctica extinción. En los 90 se tomo conciencia de la situación y se protegió al lobo, se prohibió la caza de los mismo, las batidas y se introdujeron ejemplares en libertad.
Y ahora de nuevo, el mismo problema que durante los años 50-70, se planteó desde el mismo Ministerio del Medio Ambiente aprobar batidas de lobos por los reiterados ataques al ganado, pero ¿de quién es el problema?¿del lobo?¿ganaderos? Yo creo que no, no debemos olvidar que son animales se mueven por un instinto natural; y por otra parte entiendo la preocupación de ganaderos, es su medio de vida y las pérdidas son múltiples aún más con este panorama económico. La solución en este caso sería llegar a un acuerdo, para mantener a los animales protegidos y bien conservados, alimentados periódicamente; creación de reservas únicas del lobo; es decir, fomentar la COEXISTENCIA PACÍFICA de lobos y ganaderos y no optar por su aniquilación, por su muerte, como es lo que se pretende con la aprobación de las famosas batidas en los Picos de Europa (Parque Natural) donde tanto el ganado como los lobos son necesarios para mantener un ecosistema que se forjó durante años, mantener su calidad y atractivo.
Sin alargar más ya está de por si este extenso post, solo quedarme con una frase del magnífico Félix Rodríguez de la Fuente; "que el lobo viva dónde pueda y dónde deba vivir, para que en las noches españolas no dejen de escucharse los hermosos aullidos del lobo"
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